¿QUE ES LA BITÁCORA AMBIENTAL?

La Bitácora Ambiental es la herramienta que se encuentra en un portal eléctronico en internet para registrar los avances del Proceso de Ordenamiento Ecológico Territorial.

Incluye información de todas las etapas del Proceso de Ordenamiento Ecológico Territorial, desde la fase de formulación hasta la etapa de modificación. En términos generales, una bitácora es un registro detallado de las acciones realizadas para lograr un objetivo determinado y del resultado que producen. A través de ella es posible conocer la secuencia de sucesos y las condiciones en que se desarrollaron incluyendo las eventualidades y obstáculos- para alcanzar el logro del objetivo.

Esta bitácora será la herramienta para:

  • Rendir cuentas a la sociedad sobre el proceso de Ordenamiento Ecológico Territorial.
  • Facilitar el acceso a la información.
  • Simplificar la gestión de los proyectos de desarrollo.
  • Dar certidumbre a los proyectos de inversión pública y privada.
  • Evaluar el cumplimiento y la efectividad de los lineamientos ecológicos y las estrategias ecológicas.

Uso de la Bitácora Ambiental

En términos generales, una bitácora es un registro detallado de las acciones realizadas para lograr un objetivo determinado y del resultado que producen. A través de ella es posible conocer la secuencia de sucesos y las condiciones en que se desarrollaron - incluyendo las eventualidades y obstáculos para alcanzar el logro del objetivo.

En el caso de la gestión ambiental, son ampliamente conocidas las consecuencias de no contar con información oportuna y confiable sobre los cambios experimentados por el ambiente desde el seguimiento de variables climáticas básicas hasta los procesos de degradación más acusados, sobre los factores naturales y sociales que les dieron origen, sobre las decisiones e indecisiones de manejo o sobre los criterios que las sustentan.

Mantener una bitácora sirve para varios propósitos. En primer término, sirve para comunicar a otros los pormenores del proceso, de modo que puedan juzgar si se procedió de acuerdo con lo planeado y qué criterios se utilizaron, así como para comprender los factores que intervinieron para que no se cumpliera el objetivo, de ser éste el caso. Sirve también para determinar el avance y acumular experiencia; al responsable de un proceso, la bitácora le permite saber qué tan lejos está el objetivo, determinar si procede en la dirección correcta y con el ritmo adecuado, comprender cuáles han sido los errores y decidir qué medidas tomadas con anterioridad pueden resultar eficaces para encarar condiciones similares en el futuro.

Estos son los conceptos fundamentales en que se basa la bitácora ambiental. Para comenzar a definirla, se puede decir que representa una actitud; es decir, un compromiso con la comprensión objetiva de los procesos que determinan la calidad del ambiente y con la transparencia de la gestión ambiental.

El registro histórico de las medidas de manejo, conservación y aprovechamiento de los recursos naturales, del mejoramiento en la calidad del ambiente y de los cambios históricos experimentados por éste en un ámbito geográfico definido, puede ser asumido por cualquier entidad o persona. Esto significa que no es un instrumento de utilidad exclusiva para las instancias gubernamentales responsables de aplicar un programa de ordenamiento.

Los municipios, las comunidades, las asociaciones civiles y profesionales comprometidas con el desarrollo sustentable de áreas específicas, las organizaciones ambientalistas y no gubernamentales, las empresas, las instituciones de investigación científica y hasta personas individuales, pueden mantener una bitácora ambiental, en tanto la información que incorporan sea verificable y certificada por alguna instancia técnica; su utilidad será mayor si además es compatible con las especificaciones algunas de las cuales se describen en este manual- adoptadas por las autoridades. Esto último permite el intercambio y actualización de información con fines de planeación, concertación, evaluación y documentación.

Aún cuando un proceso de degradación no pueda ser revertido y no sea posible más que atestiguar la pérdida de un recurso, la bitácora tendrá la utilidad de describir objetivamente qué ocurrió, cómo y por qué.

La bitácora ambiental tiene propósitos específicos en el Ordenamiento Ecológico Territorial. Los más importantes son:

  • Mantener una base de información actualizada y confiable. La bitácora ambiental cuenta con información actual y relevante. Es el resultado de un proceso continuo de recopilación y análisis de información sobre el estado de variables ambientales e incluye los datos que dan sustento científico al modelo de ordenamiento. Su utilidad puede trascender al ordenamiento. En la medida en que los sistemas que la contienen cuentan con la capacidad de incorporar una amplia variedad de datos y temas, tiene el potencial de convertirse en el núcleo de un sistema integral de información ambiental, sin menoscabo de su función primaria. En términos operativos, las bitácoras mantenidas a nivel municipal pueden constituirse en la unidad básica de recolección de información ambiental en todo el territorio nacional.
  • Dar certidumbre a la inversión privada y pública. La bitácora ambiental pone a disposición del público información sobre características ambientales, aptitud del territorio, así como condiciones y restricciones para el desarrollo de actividades. Esta información permite a inversionistas y autoridades ubicar sus proyectos en lugares idóneos. Con esto se podrán identificar conflictos potenciales con otros intereses y considerar medidas de mitigación para minimizarlos desde las etapas iniciales de la planeación.
  • Evaluar la eficacia e idoneidad de las políticas, estrategias y lineamientos ecológicos. El seguimiento de variables ambientales críticas, de los cambios en el uso del suelo y de la respuesta de los sectores involucrados en el proceso, permite al Comité de Ordenamiento y a la autoridad evaluar el cumplimiento de las metas para ajustar, modificar o reemplazar oportunamente los criterios de manejo.
  • Facilitar la vigilancia y detección de actividades no permitidas. La evaluación de los indicadores ambientales se incluye periódicamente en la bitácora y permite a las autoridades encargadas de la vigilancia, como la PROFEPA, enfocar sus acciones en áreas de atención prioritaria. Por medio de la bitácora, la sociedad puede verificar si una actividad contribuye a alcanzar las metas ambientales y denunciar aquellas que provoquen daños a los ecosistemas.
  • Promover la transparencia y la rendición de cuentas. La bitácora contiene la lista de compromisos adquiridos en el Comité de Ordenamiento así como los funcionarios responsables de llevarlos a cabo. Contiene también, la evaluación del cumplimiento y eficacia del programa de Ordenamiento Ecológico Territorial. Así, las autoridades pueden rendir cuentas a la sociedad de sus acciones de una manera clara y transparente. A través de la bitácora, la sociedad puede vigilar y exigir el cumplimiento de los compromisos adquiridos.